125. Elige tu propio final... (colaboración blogueril)

... antes de nada disculparme por publicar tan tarde... (os contaré en otro post)

Al grano, aquí tenéis la tan esperada historia de La Rizos-Txispas, la parte verde está escrita por La Rizos (clic en el nombre para ver los distintos finales), la parte morada es mi final de la historia...

¡Disfrutadlo!

 Se despertó pasadas las once, maldiciendo en voz alta por haberse olvidado de poner la alarma del despertador la noche anterior. Sin encender la luz, casi a tientas, se vistió velozmente y se recogió los rizos en una cola de caballo traviesa.

Subió las persianas de su dormitorio y descubrió un sol inmenso descansando en un cielo despejado y casi estival, por lo que la sonrisa se le escapó entre los dientes sin poder evitarlo.

Hoy tenía una cita, un encuentro que llevaba ya meses deseando, y nada ni nadie podría arrebatarle el cosquilleo alegre de la barriga ni la brillante mirada de Bambi con la que su compañero de piso la vio aparecer por la cocina. 

-Joder, tía, parece que hayas pasado la noche retozando con Carlos Baute, menudo careto de felicidad… 

-Idiota,- dijo ella llenándose el tazón de cereales sin perder la sonrisa- es que esta tarde he quedado con Juan. Iremos al cine y a cenar. 

Manuel dejó caer de golpe el Penthouse sobre la mesa, salpicando de leche a la tetona rubia de la portada. 

-¿Con Juan? ¿El chuloplaya ése que me presentaste el mes pasado en la fiesta de tu amiga? Tú estás loca, Amparo. Siempre buscas el amor de tu vida en tíos que piensan con la polla, así te va. 

Amparo le sacó la lengua (llena de Frosties y Cola cao) y respondió: 

-Tú qué sabes. Vale que Juan fuese un poco promíscuo en su adolescencia, pero ahora ha cambiado y es un tío súper interesante. Trabaja de locutor de radio y gana una pasta, y encima viaja todas las semanas a los Estados Unidos. Es un tío culto, maduro… y además dice que soy muy sexy, jijijiji… 

Manuel agarró su revista, la abrió por la página 16 y le acercó  a su compañera una foto donde una buena mujer se mimaba a así misma con un consolador de 25 cm, murmurando entre carcajadas: 

-Mira, para mí esto también es sexy.  El término “sexy” es muy relativo… 

No aguantó más. Se levantó de un salto sin mirar a su compañero borrando la sonrisa de su rostro de un plumazo, dejó el cuenco aún medio lleno de cereales en el fregadero y salió de la cocina no sin antes dedicarle un “¡gilipollas!” a Manuel, que siguió tan tranquilo leyendo su revista. 

Qué sabría él de Juan, pensaba esta misma tarde mientras terminaba de ponerse el rímel y el colorete frente al espejo del baño. Las personas cambian, incluso ella misma…que hace unos años no hubiese sido capaz de llamar al tío de sus sueños y pedirle una cita. Pero ahí estaba ahora, imponente con su vestido de escote imposible y sus taconazos nuevos. Lista para comerse el mundo. 

Cogió las llaves de casa, se puso colonia y bajó veloz las escaleras del bloque cuando vio aparecer el cochazo de Juan aparcando frente al portal.

-      ¿Llevas mucho esperando?- preguntó Juan un tanto agobiado.

-      No, acabo de bajar, ¿había mucho tráfico? –contestó Amparo.

-      Si, el caso es que he salido bastante antes del trabajo para recogerte a tiempo, pensando en las retenciones y… bueno, que casi no llego…

-      Tranquilo, te hubiera esperado- dijo Amparo pensando que realmente ya llevaba media vida esperando por él…

-      ¿Tienes alguna idea de lo que quieres hacer? O prefieres que te sorprenda… -dijo Juan, albergando una secreta esperanza de que pusiera la noche en sus manos.

-      No, me da igual, podemos ir donde quieras, no tengo nada pensado, ésta noche me dejo llevar. – (Hasta el fin del mundo si quieres)- pensó ella.

Salieron de su calle rumbo al centro, él le dijo que habían abierto un restaurante nuevo unos amigos suyos. Era de diseño, de esos sitios que en vez de a comer vas a admirar el diseño del plato y luego pagas como si te hubieras comido un Van Gogh… 

Al llegar al restaurante les estaban esperando, bajaron del coche y entraron al establecimiento… no había nadie, la luz era ténue, la música muy suave, sin ruido, todo hacía pensar que estaba cerrado, todo salvo una pequeña mesa redonda que estaba primorosamente decorada. 

-¿Te gusta el lugar?- preguntó él esperanzado

-¡Me encanta!, pero ¿dónde está la gente? – dijo ella extrañada…

-No vendrá nadie más, sólo está Lucas, el camarero y Lucía, la cocinera. Esta noche es para nosotros solos. ¿Te molesta?

-No, desde luego que no…es que nunca había tenido para mí un restaurante entero…  -dijo ella casi susurrando.

- Pues deberías haberlo tenido, una mujer tan maravillosa como tú debería de estar acostumbrada a que la trataran así- dijo él con una maravillosa sonrisa que la hizo estremecerse.

- ¿Quieres pedir? ¿Aceptas una sugerencia?- dijo él con cara de entendido…

-Si, claro díme, ¿qué me aconsejas?- ella estaba disfrutando de la sensación de ser, para una vez, la que no llevaba la voz cantante.

-Te aconsejo una ensalada de frutas para el primer plato, después aquí hacen un solomillo a la parrilla que es casi de pecado- cuando pronunció estas palabras la miraba fijamente a los ojos.

- Genial, pues eso pediré, me apetece el solomillo pecaminoso, a ver si es verdad… - al contestar no pudo evitar un brillo en la mirada. 

Pidieron y comieron mientras charlaban de su vida, de su trabajo, de sus ideas… 

Al llegar el postre Juan se aclaró la garganta… 

-¿Puedo decirte algo muy personal? –dijo con una mirada brillante

-Claro cuenta, ¿por qué no?- ella no sabía qué cara poner. 

-Bueno, llevo toda la semana dando vueltas a lo que quería decirte, no se me ha ocurrido ninguna manera bonita, así que allá va… Me gustas, me gustas y mucho, desde hace muchos años. Realmente estaba enamorado de ti, el caso es que como no sabía hacértelo notar ligaba con otras para que te fijaras en mí. 

(En este punto Amparo ya estaba totalmente colorada, pensando en cuánto daño habían hecho las revistas para chicas, en donde se decía que para gustar a alguien debías ligarte a otras u otros delante de quien querías enamorar) 

… así que no sé si tú opinas lo mismo, si realmente te gusto o has quedado conmigo para no hacerme un feo, date cuenta de que viajo mucho, de que mi trabajo es bastante cambiante, pero prometo, si quieres intentarlo conmigo, que trataré de que vengas conmigo a todos los viajes, conseguiré que te den un puesto en la emisora como mi asistente personal para que me puedas tener cerca, que haré de ti la mujer más felíz del mundo, qué… 

-espera – cortó ella- ¿me estás proponiendo que tengamos una relación seria?- Amparo no sabía de dónde le venía el aire, no se podía creer lo que le estaba pasando, ¡Juan, un super tío impresionante, su amor platónico le estaba pidiendo una oportunidad junto a ella! 

-sí, me gustaría saber si considerarías salir juntos, aunque no te vinieras a vivir a mi casa si no quieres, por lo menos en un tiempo. Me gustaría poder despertarme a tu lado todas las mañanas, charlar en el desayuno, ayudarte a elegir la ropa, ir juntos al trabajo, disfrutar de una película en cualquier lugar del mundo sería mejor si fuera contigo… entonces… ¿qué contestas?- en su mirada había miedo, miedo de que ella dijera que no, de que su corazón se rompiera en mil pedazos si se lo decía. Pero ella sólo le miraba, estudiaba su cara, leía su mirada… entonces ella cogió aire… 

-Juan no sabía que sintieras eso por mí, me sorprende cuando yo llevo desde que te conocí enganchada a ti, nunca he podido borrarte de mi corazón, jamás habría soñado con éste momento… en cuanto a tu propuesta de ser tu asistente personal… ¿no es sólo por trabajo, no? 

-No, desde luego- se apresuró a contestar él – si fuera por eso ya tendría agente, se pondría un anuncio y listo, es una excusa para tenerte más cerca… - contestó él mientras se ruborizaba… 

-…entonces… acepto, estaré felíz de estar contigo, de compartir los frosties del desayuno, de que me ayudes a escoger mis camisas, que sabes que no es lo mío, y sobre todo de estar en cualquier lugar del mundo donde tú estés… 

Él no le dejó acabar, se acercó y la besó, tan dulce, tan tierno, tan apasionado… en ése beso iban todos los años que habían perdido.


Espero que os haya gustado...

 

19 comentarios:

Eingel dijo...

ains... que bonito es el amor



Besooooos

Txispas dijo...

Eingel: yo por lo menos no la mato, ni la convierto en una asesina despiadada... jajajaja

Eingel dijo...

no creas... hay amores que matan

Besoooooos

Redactor Jefe dijo...

¡Qué romántico! Quién fuera protagonista de esa historia...
En cuanto a lo de salir con otras para atraer la atención de la chica que te interesa, ¿no funciona?
Un saludo!!

Txispas dijo...

Dani: conmigo no, pero... el mundo es muy grande, jajajaja ¡bienvenido!

Camaleona dijo...

Uauuuuu!!! qué chulo! el restaurante y el chico y la historia...

Txispas dijo...

Camaleona: me alegro de que te guste!

Janton dijo...

Pues aunque no sea del todo mi estilo, me alegro que al menos haya un final que acabe bien!!

Que será por la crisis o la crispación o la conjunción de los astros pero en general todos le hemos hecho mil perrerías a la pobre protagonista...

La Rizos dijo...

Jajajajaja Janton tiene razón, son todos unos crueles malvados xDDD Pero me alegro de que contigo llegase el amor, por fin :)
Muchísimas gracias por participar, relinda! MUás!

Anónimo dijo...

Al principio pensaba que tu relato y el mío iban más o menos por el mismo camino, pero parece que este Juan tuyo al final sí era de fiar! ¿o no? jejeje

Ha estado muy bien! :)

Txispas dijo...

Janton: no,desde luego no es tu estilo, jajajaja pobrecita...

La Rizos: me parece que he sido la única... me falta algunos que no publicaron ayer... de nada, gracias a tí por invitarme...re-muaks!

picomike: sí, estaba optimista cuando lo escribí... jajaja
Gracias... ;)

Jenn dijo...

Que romántico....

(strunge, como no la pones tu, me la invento...)

Txispas dijo...

Joder-que-estress: otra como Eingel con ganas de complicarse a vida... jajaja

Oscar García dijo...

Qué chulo! Un final romántico y en un escenario perfecto.
Lo malo es que estas cosas no suelen pasar, pero bueno... cuando pasan...

Un beso.

Txispas dijo...

Oscar García: jajaja, desde luego en tu relato no pasa, jajajaja. Para variar alguien no ha matado, masacrado o puesto como asesina a la protagonista, jajajaja...

Anónimo dijo...

}Lindo final, bastante rosado..jiji de vez en cuendo es bueno creer en las personas y en el amor....

Bonitillo finalillo

saludos!

Txispas dijo...

Tornasol: me pareció que lo estaba pidiendo la historia...

gracias por leerla!

Fle dijo...

¡¡Cuanto dulce!! Y qué bonico es que el amor platónico deje de ser lo segundo para pasar a ser simplemente lo primero! Yo eso lo he vivido y jo, es un subidón para toda la vida!!!! :)

Besos!

Txispas dijo...

Fle: gracias bonica, con el tuyo aún me río al recordar las tenaladi, jajajaja