247. Capítulo 4: ¡¡¡Zafarrancho!!!


Seguimos con la historia de Mon... está imparable...

PERIPECIAS DE MON Y OTRAS COSAS

Capítulo 4. ¡¡¡ZAFARRANCHO!!!

Nada, que pasa media hora, visitillas, nena que ya dilatas, camilla a to taco por el pasillo, nena que vas bien, otra camilla, nena que ya vamos al quirófano, nena que ya casi estás… Lega el médico y la comadrona con la zarpa metida ahí le dice que tiene para veinte minutos aún. Flipo y me acuerdo del chiste del pastor. Vuelve el médico al cuarto de hora y a partir de aquí el descojone.

Una enfermera anuncia la llegada de tres chicas que necesitan cesárea al mismo tiempo. Dos enfermeras que reclaman al médico. Se larga y vuelve a los dos minutos.

―Venga nena empuja que en dos contracciones tiene que estar fuera.

Y así es, en dos contracciones, niño al canto. Por cojones, ¡si no para de tirar! A ver si me lo va a dejar como Mortadelo, éste tio tirando así. Llora, corta el cordón, lo envuelve con una sábana verde y se lo da a la madre. Sale la placenta.

―Paqui ―así se llama la comadrona― todo bien. Ven ya mismo.

El médico se va y yo que me asomo al pasillo para dejarle estos primeros momentillos con el bebito a mami. Los dos se lo merecen después del parto.

¡La madre…! Hay cinco camillas con chicas esperando en el pasillo, los cuatro box ocupados con chicas, y hasta veo a la de enfrente como sale el chavalin de la cesárea, todo ensangrentado. Las enfermeras como locas arriba y abajo, entra un médico con los brazos en alto medio corriendo. ¡Parece que se han vuelto locos!

Vuelvo y ya los tres nos miramos y empezamos a conocernos. A la media hora entra la comadrona, lo pesa y anuncia 4 kg exactos, empieza a limpiarlo pero la llaman urgente. Deja al niño bajo la infrarroja y dice:

―¿Es el tercero verdad? ―Y se larga.

Pues nada, que me cojo al niño, lo lavo enterito, lo besuqueo a más no poder, le curo y envuelvo el ombligo, lo visto, y más majo que un sol se lo vuelvo a dar a mami. De camino bailoteo y besazos a parir. Nueva dosis de cariño al bebito. En mitad de la danza entra la comadrona, y al verlo todo compuesto me sonríe y se va.

Con la tontería son ya las cinco de la mañana pero con el bebito en brazos, me parece que aún es ayer.

Próximo capítulo: PREPARANDO LA NAVIDAD.


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