261. Se busca mujer del autobús 64 en Barcelona...


Esta mañana cotilleaba facebook, lo cual habría quedado en simple rutina, si no me hubiera encontrado esta noticia en el muro de los de "Buenos Días Javi Nieves"

Me ha gustado tanto que he decidido anular la entrada programada para hoy y dejarla para otro día,así como copiar y pegar el contenido del periódico "La Vanguardia" en donde sale publicada, si queréis leer la entrada en su formato original, pinchad aquí.

(Si perteneces al periódico y te sientes ofendido por la reproducción total del artículo mostrado a continuación, deja un comentario y en el menor tiempo posible lo retiraré, dejando sólo el enlace)

Casualidades. O ángeles de la guarda. "Yo debo tenerlo, porque su advertencia me salvó la vida". A Montse Ventura la casualidad o su ángel de la guarda, según se prefiera, la llevó a coincidir en el autobús 64 con una mujer muy experta en tumores de hipófisis –que provocan enfermedades raras y afectan al crecimiento de los tejidos– que se atrevió a decirle que se hiciera un análisis. Operada con éxito, busca a esa mujer a través de una carta a La Vanguardia para darle las gracias. "Debía saber mucho, porque los endocrinólogos que luego consulté reconocieron que los signos que ella detectó en mí eran muy sutiles, casi imperceptibles", asegura Montse Ventura. Ex maestra, 55 años, viuda, madre de dos hijas independientes, voluntaria con un grupo de jubilados y con niños con dificultades, senderista y muy muy sana, "apenas un poco de hipertensión que achaqué a la edad y a la que no di mucha importancia".

En el 64 ella y su grupo de jubilados volvían de ver el museo de Pedralbes. Montse hablaba y hablaba y notó cómo esa mujer "más o menos de mi edad, pelo rizado y castaño, delgada, es lo que recuerdo", no le quitaba ojo. Hasta que se le acercó y le pidió hablar aparte. "Me pidió perdón por lo que me iba a decir y me contó que me había estado observando y que tendría que hacerme una analítica. Sacó un papel y anotó dos cosas. "Aún estás a tiempo", me dijo. Le pregunté qué me había visto y me contó que había tenido dos casos en su consulta con los mismos signos que yo, pero que en mí estaban aún poco desarrollados. Me señaló el labio inferior más grande, la nariz, las manos, me preguntó si había cambiado de tamaño el calzado y mis dientes separados. "Ah, no –le dije–, yo tuve los dientes siempre así". Y de los pies, no supe qué decirle, porque siempre voy con calzado cómodo. Estaba tan sorprendida que no le pregunté su nombre y ya bajaba en la siguiente parada".

En el trocito de papel que cree tener guardado por algún sitio, estaba apuntado hormona de crecimiento y somatomedina-C. "No me dio mal rollo. Era una persona agradable y educada que inspiraba confianza". Pero guardó el papel y lo dejó pasar. Un mes después pidió que le incluyeran ambos conceptos en la analítica de la revisión ginecológica anual. Todo bien. Salvo los dos extras: "Estaban muy alterados".


Su hormona de crecimiento triplicaba la actividad normal. Su
ginecólogo le confesó que no sabía interpretarlo y empezó un peregrinaje por endocrinólogos y por internet. Así supo que no era ninguna tontería y que sus signos faciales y en manos y pies eran realmente sutiles y difíciles de interpretar como un tumor de hipófisis, lo que temía su ángel experto.

Una resonancia localizó un pequeño
tumor de 7 milímetros en una glándula de apenas un centímetro de altura. "Era muy pequeño, pero estaba mal colocado, en la cavidad cavernosa, por donde pasan mil nervios y junto a la carótida. Así que cuando decidí en las manos de qué neurocirujano me ponía, este me dijo que me operaban ya, sin demora, porque había riesgos". Si esperaban, podía provocarle una hemorragia dentro del cerebro o ceguera, "como le pasó a un miembro de mi agrupación". Dudaba. Su hija pequeña se casaba en septiembre y le proponían operarse en junio. Y al final aceptó. La operaron por la nariz y todo salió bien. En septiembre hubo boda con una especial alegría por tanta suerte.

A Montse Ventura la conocen ya en varios hospitales como la mujer del autobús. Entre los expertos en hipófisis esta no es una historia extraña. "Muchos saben de su acromegalia, una enfermedad realmente rara, porque alguien le advierte de esos signos", explica la doctora Irene Halperin, endrocrinóloga en el Clínic. Estos tumores benignos se suelen detectar muy avanzados, cuando ya inciden en el corazón o los riñones. La hipófisis regula una larga lista de glándulas y fabrica la hormona del crecimiento y cuando un tumor la altera, suministra mucho más de lo necesario y agranda toda clase de tejidos. Cuando da la cara, a menudo las lesiones son irreversibles. Esta vez no.

Ir en bus me salvó la vida

Desde estas páginas quiero dar las gracias a una desconocida, supongo que doctora, que se cruzó en mi camino el 22 de enero de este año y que me salvó la vida. Ese día cogí en Barcelona, sobre las 14 horas, el autobús de la línea 64. Delante de mí se sentó una señora que estuvo mirándome un buen rato. Cogió un papel, escribió algo en él y me lo dio diciendo: "Hazte este análisis en cuanto puedas porque cuando acudís a la consulta ya estáis muy mal". Cogí el papel extrañada y lo guardé en el bolso sin decirle nada. Tampoco le di importancia.
Al cabo de un mes acudí al ginecólogo para la revisión anual. Aproveché para entregarle el papel que me dio aquella señora y le pedí que, junto con la analítica de rutina, añadiera esas pruebas. Cuál no fue mi sorpresa cuando me dijeron que en los resultados salían muy alterados unos parámetros hormonales. Tras las pruebas pertinentes, me operaron de un tumor en la hipófisis. El tumor ha sido cogido a tiempo, era muy pequeño. El endocrino que me hace el seguimiento, al explicarle el caso, me comentó que la señora que me diagnosticó tenía que ser una súper especialista en hipófisis y que me salvó la vida. Yo hubiera empezado a notar los síntomas en cuatro años.

Espero que lea esta carta y sepa de mi agradecimiento. Me gustaría dárselo personalmente.
MONTSE VENTURA GRAU

Barcelona CARTA DEL LECTOR


Afortunadamente, todavía quedan buenas personas, tanto las que dan su opinión para hacer una buena acción,como las que la reciben y la barajan como posibilidad.

Espero que encuentre a esa persona y si mi blog sirve de ayuda... pues mejor :)

*Publicado con prisas por Txispas*

11 comentarios:

Txispas dijo...

Ejem, la de la foto es MONTSE VENTURA, que me ha escapado el pie de foto... ains las prisas no son buenas...

Ellyllon dijo...

Ayer vi este caso en la tele y la verdad es que alegra una noticia bonita y de esperanza en medio de tanto desastre material y humano.

Ojalá encuentre a su ángel.

Un besico
Elly

CMQ dijo...

Los milagros ocurren, aunque muchas veces no sabemos que son milagros. Qué buen rollo da esta noticia, qué estupendo.
Besos!!!

Unknown dijo...

Qué historia más bonita!! Es increíble ver cómo todavía queda gente que se preocupa de los demás y es valiente... valiente a que le tomen a mal un comentario, pero decidida a decirlo por el bien de esa persona :D

Sino te importa (por favor, dímelo), lo pondré también en mi blog para intentar ayudar a Montse, y difundir su historia.

Besos!!

Txispas dijo...

Anna: por supuesto que puedes publicarlo.

Eingel dijo...

Lei ayer la noticia en El Pais ayer... sin palabras me dejó.

Besooooos

Soundtrack dijo...

Estas cosas me hacen pensar que aun podremos tener una oportunidad, a pesar de todo....

ynosek(+)kontarte dijo...

lo he leído hoy y me he quedado pegado ....... joder ... es que es muy fuerte que alguien te venga y te salta una de esas (que yo le tomaría por loco) y que encima ... sea verdad!!! muy duro.

Eingel dijo...

la buena noticia es que el angel ha aparecido...

Evohé Mar dijo...

ayer vi la noticia por television ...¡¡¡ es increible !! ¿ verdad ? estas noticias alegran el dia a cualquiera...

Unknown dijo...

Txispas, al final la encontró!!

http://unahistoriaclinica.blogspot.com/2009/10/la-mujer-del-autobus-64-parte-ii.html