Con el cariño de sus padres Elena fue entendiendo que, cada día que pasaba, era un regalo, por lo que ideó una lista de todas las cosas que quería y podía hacer todavía: nadar con delfines, hacer esquí acuático, conducir un coche… Un día, un deseo…"
"Con el paso del tiempo iba perdiendo sensibilidad y movilidad en distintas partes de su cuerpo , incluido el habla, con lo que las actividades más físicas de su lista de deseos pasaban a un segundo plano. Sus manos fueron las últimas en desobedecer a su maltrecho cerebro; por lo que entonces se dedicó a pintar, a pintar,… y a escribir. Su pasión fue siempre alentada por sus padres.
Elena jugó a ser inmortal para su familia, dibujando y escribiendo cartas para su hermana pequeña, Gracie y así jugar a ser la sempiterna mayor. Todo ello meditado en la soledad del enfermo que se sabe terminal. Jugando a construir un baúl de emociones futuras para velar por el cariño eterno de su familia. Sabía cómo tenía que vivir y quería dejarlo claro.
Los últimos nueve meses de vida (al final sobrevivió 255 días) los dedicó a buscar los escondites perfectos para sus mensajes personales. Para su padre en un antiguo maletín; para su madre en un bolsillo perdido de su mochila favorita… para su hermana en rincones del cuarto de juegos. Pero también buscó escondrijos insospechados para que el ‘diálogo’ fuera sorprendente: fondos de plato de la olvidada vajilla china, páginas de libros abandonados en la biblioteca, una carátula de un CD obsoleto, etc…"
"Elena murió en agosto de 2007. No sin antes cumplir su último deseo. Poder bailar con su padre. El último día, con la lucidez de un científico atrapado en la cárcel de un cuerpo muerto, padre e hija se fundieron en un hermoso momento:
“Tuvimos nuestro baile y siempre será el último y probablemente el mejor recuerdo que guarde de ella [...] aunque había muchas cosas que ella quería hacer ese último día…” Keith Desserich, padre de Elena
Tras su muerte y conforme pasaba el tiempo, la memoria de sus indelebles recuerdos iba cristalizando. Hasta que Elena volvió:
“Estábamos moviendo unas cajas olvidadas y entre algunos de los libros se desprendió una pequeña nota [...] Cada vez que encuentro y leo uno de sus mensajes es como sentir un pequeño abrazo de mi pequeña..” Brooke Desserich, madre de Elena.
Sus padres han editado un libro con todos los dibujos menos personales, recopilados hasta hoy , cuyos fondos íntegros -repito íntegros- se destinarán a la lucha contra el cáncer infantil. Podéis comprarlo aquí."
Origen de la historia original
Fuente original "Good Morning America"
La página web que gestionan sus padres
13 comentarios:
y mientras tanto los adultos comportandonos como niños...
Besooooos
Le esto y se me encoge el corazón... en serio, este post no puedo ni acabar de leerlo....
Por favor!!!! Pues yo lo pasaría fatal... Seguro que pondría la casa patas arriba buscando notas... Vaya historia...
Acabo de leerlo, a duras penas, y... no sé que decir.
He entrado en la página web, he visto la cara de la niña, he leído algunas cosas...
Gracias por descubrirnos esta historia.
menos mal.... ayer pense :"ups ...¿ que le pasa a txispas ? ¿ se abrá vuelto loca ? ... ¡¡¡ que extresada está desde que los de las compañias telefonicas no la dejan dormir ...pobre...."
hoy entiendo la anterior entrada ... que historia tan conmovedora , y más aún (será por eso de ser madre ) cuando las enfermedades estan relacionadas con la infancia.... gracias por compartirlo...
Eingel: como tantas y tantas veces...
Soundtrack: yo lo tuve que leer de dos veces... hay historias que te golpean en la cara y ésta es una de ellas.
Yno: yo ya la habría puesto patas arriba...en busca de más notas...
Quierodormir: de nada, para eso estamos, para promocionar maravillas como esta. Lo que ha echo esa niña honra a sus padres, se nota la buena base que tenía...
ALEJANDRA: yo también creo que debe ser por ser madre... hay algunas cosas que te emocionan de normal, pero una vez que eres madre... no sé, es como si se acrecentara la emoción... yo no podía evitar que se me cayeran las lágrimas al leerlo.
Txispas rompiendo moldes... un día me hace partirme de la risa y al día siguiente llorar como una magdalena...
Elena, con sólo 6 años, encontró el sentido de la vida, haciendo felices a quienes quería más allá de su breve existencia. Creo que nacemos con toda la sabiduría y a medida que crecemos, la vamos perdiendo.
Por cierto, Txispas, gracias por todo. ¿chocolatinas? Siii..¿dónde?¿dónde?
Si confiesas con tu boca que Jesucristo es tu Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salv@.
Romanos 10.
Que bonito, aunque yo creo que haria como Yno, me hartaria de buscar en la casa como una loca, para encontrarlas todas.
Un saludo!
Camaleona: jajaja, así no os acostumbráis...
erranteyerrado: tienes toda la razón, opino lo mismo. Mándame un mail y te cuento guapo, no voy a hacer publicidad en el blog, que no me pagan por eso, jajaja
Anónimo: ¡¡vamos no me jodas!! y yo sin saberlo... ains qué estress de cristianos, todo lo resuelven igual....
Beatrix: jajaja
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