Ayer fue uno de esos días, en los que parece que todo apunta a que algo va a pasar... y al final pasa...por la mañana no estuvo mal, durante la tarde, vaya, vaya y por la noche llegó el momento esperado: me quemé con aceite de la sartén. Al principio lo lavé bien y nada, no dolía, no picaba, ni una ampolla ni nada.
Cenamos y yo me quedé blogueando un poco, entretenida con esto y con aquello y partiéndome de risa con "El estilo Ikea", lo recomiendo encarecidamente, bueno, pues eso que me lié y me dieron las 2:30 a.m. Contando que me tenía que levantar a las 7:00 a.m., pues ya era tarde...
Me meto a mi camita, me duermo, doy vueltas y, en una de esas, noto un dolor bastante curioso en la manita herida, voy al baño y casi me muero del susto, tooooda la piel levantada del dedo gordo (socorro!, socorro!, se me va a caer!, tranquila que estás hiperventilando....), me tranquilizo, lo limpio, pongo una tirita especial quemaduras, lo vendo y me voy a la cama, vaya nochecita...
4 comentarios:
si se te cae... una miaja pegamento, y como nuevo
Anda que no hemos solucionado problemas asi
Besoooos
Jajaja, pues duele mogollón, menos mal que sólo lo uso para la barra espaciadora...
¡¡Pobrecilla!! A mí se me cayó hace un par de meses una taza de agua hirviendo por encima de los muslitos y creí que iba a tener que ponerme otros. Me puse contentísima porque tenía la excusa perfecta para hacerme cirugía estética y que me quitaran la celulitis, pero mira por dónde, al día siguiente el dolor había desaparecido y la piel empezó a recuperarse... moraleja: cuando quieras cambiar alguna parte de tu cuerpo, prueba con otras técnicas más fiables, jejeje. Que te recuperes pronto.
jajajajaja, la cosa es que yo no tengo ningún problema con mi manita derecha, otra cosa pasaría si fueran mis muslitos, jajajajaja
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