103. crónica post-encuentro con super-mamá...

Todo sucedió como estaba previsto... llegamos a la plaza y allí estaba ella, el caso es que no estaba sola... En la mesa estaban: sinolonecesitasmelollevo (otra mala madre como yo), soy-pija-y-qué, soy-madre-soltera-lesbiana y ella.

Por un momento dudé de dárselo, pero no podía defraudaros mis queridos lectores, así que cuando me trajeron el café se lo dije: "Te he escrito una cosa que deberías leer", se lo dí, miró el papel y se lo dió a Sinolonecestiasmelollevo para que lo leyera ella, el caso es que la super-mamá usa gafas y no las tenía; la Sinolonecesitasmelollevo miró la carta, me miró a mí y viendo mi sonrisamalvada pasó a aclararse la garganta.

Mientras iba leyendo (desde aquí un aplauso a la entonación de la chica), a la super-mamá le iban  y le venían los colores, ahora roja, ahora morada, otra vez roja; se quedó tan tiesa que una vez acabada de leer la carta no se movía del sitio.

Tardó poco en reaccionar abriendo la boca para hablar, por suerte la docena de personas que estaban en el bar en ése momento la conocían a ella y también habían oído la carta, todos se acercaron a la mesa a reírse a carcajadas, diciendo: "te han calado guapa", "alguna vez tenía que ser", "ya era hora de que te lo dijeran"...

Así que recogió sus cosas y salió corriendo del bar, me da la impresión de que tardaremos un tiempito en verla... no sé... no sé...

Madremía qué risas en cuanto se ha marchado, la cuestión es que Txispastown es un pueblo más bien pequeño, así que seguro que a estas horas ya lo debe de saber hasta el tonto del pueblo.