360. a fin de cuentas sólo hace falta una nube para que llueva...


...al final son las pequeñas cosas las que hacen grande la vida.

Es como cuando te compras una casa, te metes en un infierno hipoteca que no hace más que subir y subir, lloras y piensas en vender todos tus órganos pares para seguir viviendo en tu maravillosa casa. El problema es que tu "maravillosa casa" ha dejado de serlo para mutar a "vivienda infernal", ya no se oyen risas, se oye el run run de tus neuronas para conseguir pensar algo que os haga salir del hoyo.

Así que relativizas... tu casa sólo son ladrillos, lo importante está dentro, tus seres queridos, tu mascota, el libro aquél que rescatarías de un incendio, las fotos que no querrías perder... y te lías la manta a la cabeza y planeas mudarte; no sólo de casa, que también, sino de piel, de problemas, de cualquier cosa que te haga perder la sonrisa y el tiempo de calidad junto a los tuyos.

Al cabo del tiempo ves que todo se va arreglando, que el tiempo va colocando cada cosa en su sitio y, si has sido valiente y has luchado bien, todo lo que te importa sigue a tu lado y mejorando.

Porque, a fin de cuentas... sólo hace falta una nube para que llueva... ahora puedes cambiar la palabra "casa" por cualquier otra que te ate, que te impida ser lo que eres, que no te deje ver el bosque...

2 comentarios:

Eingel dijo...

Suena facil, y realmente lo es

El problema es que muchas veces no es facil encontrar el camino. Muchas veces somos nosotros los que cerramos los ojos, pero hay ocasiones en las que la clave del cambio no está en nuestras manos.

Un beso enorme

CMQ dijo...

Al final, las cosas siempre pasan cuando tienen que pasar. Ni un minuto antes...
Un besito.