Así ha sido mi fin de semana...
Desde que tengo-trabajo-nuevo encontró el trabajo que le dió éste nombre, las cosas han mejorado mucho.
Ha mejorado su cara, ahora tiene una sonrisa casi permanente, que le hace unos paréntesis monísimos, ha mejorado su cuerpito, ha engordado un poco y hasta le han quedado pequeños unos pantalones, (si, uno de los motivos de que casi me enfade con él es que coma lo que coma, aunque sea un camíon de garbanzos, no le luce ni cinco minutos, jooo, parece que él se lo come y yo lo luzco, leñe).
Pero lo mejor de todo es que ha mejorado el ambiente en casa... ahora son todo risas, palabras tranquilas, alguna riña a quiero-quiero, es inevitable, pero la lía menos a menudo, se nota que está contento, cariñoso, simpático, ah qué gusto...
Este fin de semana no hemos hecho nada del otro mundo, hemos estado en casita, el sábado por la mañana me eché una parrafada con la MaCo, para ayudarla con el blog, luego nos fuimos por ahí a dar una vueltita. A la tarde sacamos la moto-roja-caracol de quiero-quiero a la plaza de Txispastown, se lo pasó en grande... para cenar boquerones con sal y limón y jamoncito cortado fino después... ñam, ñam, ñam...
Esta mañana, mis hombrecitos me han dejado dormir, se han portado bien casi en silencio para no molestarme, cuando me he levantado ha venido el abuelo-plasta y nos hemos ido a Txispastown square (uséase a la plaza del pueblo), a tomar el vermút, a ver si así nos daba menos la coña, jejejeje, el peque se lo ha pasado muy bien con la moto-roja-caracol, bueno ya al final, porque antes decía que estaba muy cansado...muy mimosote... al final ha jugado bien.
Esta tarde mi adorado tengo-trabajo-nuevo, me ha sorprendido con un producto de esos que él vende, que quita las grasas... que ya lo quisiera yo para mis caderas, ejem... me ha mandado a dormir la siesta, a quiero-quiero también y se ha puesto el traje de faena y ha dejado la cocina... ¿cómo decirlo? ¿nene, has visto dónde puse mis gafas de sol?, jajajaja, madremía lo que se nota...
Que no es que seamos unos guarros, no, el caso es que mi querida campana de la cocina no tiene salida a la calle, así que toda la grasa que coge de la comida... la deja en el techo, en las paredes, en los armarios, aggghhh, a ver si se dan bien las cositas y hacemos un super-agujero-necesario para que salga el aire de la campana y no nos toque hacer limpieza general cada poco.
Ahora mismo tengo al pequeño quiero-quiero en el salón, viendo por millonésima vez "La casa de Mickey", menos mal que ése capítulo sólo lo ha visto una docena de veces, pero ya ha rayado un DVD del ratón ése de tanto verlo, aunque creo que el cogerlo con las manos pringosas de caramelos y chocolate tambien ha influído bastante en su destrucción.
Voy a ver si le recojo para la camita que van siendo horas de que planche las orejas y yo me voy a coser un botón, que llevo dándole largas a tengo-trabajo-nuevo toda la semana y con lo bien que se ha portado hoy y la de cosas que ha hecho... se lo merece, ¿no os parece?
Aclaración:
abuelo-plasta: es el padre de tengo-trabajo-nuevo, viene tooooodos los domingos a ver cuánto ha crecido el niño, habla leeeeento, muy leeeeento, tanto que mi cerebro desconecta varias veces en una pequeña conversación. No es santo de mi devoción, desde luego merecídamente, muy merecidamente, pero quiero-quiero se merece tener abuelos, así que el sacrifico lo hacemos por él. Cuando sea mayor decidirá si quiere seguir teniéndo trato con él o no, pero será cosa suya.
moto-roja-caracol: es una moto de tres ruedas con batería que papá noel le trajo las navidades de 2007 a quiero-quiero, quizá demasiado pronto, está empezando a hacerle caso ahora, el caso es que va leeeenta leeeenta, jajajaja, pero mejor ¿no?