246. Capítulo 3: ¡¡Que ya viene!!

Como lo prometido es deuda y este Mon, o ya lo tenía escrito o es tan prolífico como decís que soy yo, me ha mandado hace un ratito el tercer capítulo de:

PERIPECIAS DE MON Y OTRAS COSAS...

Capítulo 3. ¡QUE YA VIENE!

Jueves. Pues eso, igual que los otros dos, estamos mami y yo cenando tranquilamente, reventados después de una semana de bregar con los dos y solo deseamos dormir. Además hoy ha tocado correas. Por cierto que con las correas me lo he pasado bomba con el bebito. Le hablo, lo toco, lo empujo y se rebota. Luego llega el médico y dice que el chavalín se mueve de lo lindo.

―Su padre, que no para de molestarlo ―dice mami. Yo me hago el loco.

Bien, y hemos llegado tarde, bañado tarde a los niños, cenado tarde, juerga al acostarlos (que raro). Sólo nos queda recoger la cocina, limpiar zapatos, preparar la ropa de mañana, tender una lavadora, doblar una secadora, etc., y al catre, que mañana aunque sea viernes festivo me toca guardia en la fábrica.

¡Juas! Pues va a ser que no. Faltan dos semanas aún según el doctor ―jamás he entendido como lo cuentan― y a mami se le atraganta media naranja entre las muelas y el pirolo. O eso parece por la cara que pone. ¡Ping! Alarma uno. Me levanto y pillo el móvil, un lápiz y un papel. Cinco minutos exactos y la segunda contracción. A la séptima llamamos a sus padres. De farra. Mi madre de finde, mis hermanos ilocalizables, los suyos igual. ¡Joder, pero si es jueves! ¿Es que no va a haber nadie? ¡SOCORRO! Por fin contesta su hermana y dice que ya viene a ocuparse de los dos mayores.

¡Madre mia cuando la veo! ¡Pero si va medio tajá!

―Tranquis que controlo ―dice.

―Ya, ni que lo jures. Te dejo bolsas de basura por si potas ―contesta mami.

Bueno, mejor cerrar los ojos y esperar que no pase nada. De camino otra contracción. Me agarra la mano y aprieta. Se oye crac.

―¿Y eso? ―pregunta cuando acaba el espasmo.

―Mi dedo ―o exdedo por que lo ha retorcido y mira para un lado el pobre.

Llegamos, al hospital, nos atienden y efectivamente vamos de parto, por que aunque sea el tercero, hasta que no lo certifica la comadrona en jefe de la región noreste, aquí no pare ni su madre.

―Bueno ―dice la buena mujer― habéis pillado el día perfecto solo hay otra pareja y vosotros. Respiramos aliviados y venga, que ya lo estamos deseando ver.

El próximo capítulo... ¡¡¡ZAFARRANCHO!!!...


5 comentarios:

lobo dijo...

Jajajaja.

Aunque no se de que me río, porque me veo en la misma situación en breve (aunque sin niños que cuidar)

Creo que voy a dejar de leer cosas de estas. No me sientan nada bien. Jajaja.

Un saludo

Anónimo dijo...

No, no lo tenía escrito, palabra.

Tranquilo lobo, que buscando la risa en la vida, la encuentras en muchísimos lugares. Ya verás que todo irá de maravilla.

Atlántida dijo...

Uff! qué estrés! menos mal que Mon se lo toma con humor.

Txispas dijo...

lobo: siempre hacen gracia esras cosas, te lo digo yo que tengo un enanito de esos, jajaja...

Mon: caray! entonces es que eres superproductivo, jajaja

Rebeca: deberías echar un vistazo a su blog :)

Eingel dijo...

Yo creo que estas cosas os las inventais, que realmente los partos van como la seda, y como contarlo asi es demasiado aburrido, os inventais una historia tipo pelicula sesentera.